miércoles, 24 de agosto de 2011

Aprended de Mi que Soy Manso y Humilde de Corazon

La Cofradía de Penitentes ha recibido el permiso del editor para reimprimir este excelente guía para luchar contra el orgullo y el desarrollo de la humildad. El libro se reproduce en 8 x 11 pulgadas y fotocopiado.

Padre Bourke comienza el poder de la humildad con el relato de San Mateo de los Apóstoles discutiendo sobre quién era el mayor. Al oír esto, Jesús puso a un niño en medio de ellos y dijo: "En verdad, os digo, a menos que se convierta y se hacen como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Todo aquel que, por lo tanto, se humilla como este niño pequeño, es el mayor en el reino de los cielos. " (Mateo 18:3-4)

Las palabras de Jesús: "En verdad, os digo," significa "prestar atención. Esto es muy importante." La virtud de la humildad es tan importante, Jesús dijo, que una persona no puede entrar al cielo sin ella. San Agustín escribió: "Si usted me pregunta cuáles son las maneras thw de Dios, yo te diría que el primero es la humildad, el segundo es la humildad, y el tercero sigue la humildad. No es que no hay otros preceptos que dar, pero si la humildad no precede a todo lo que hacemos, nuestros esfuerzos son inútiles. "

Con esto en mente, cualquiera que trate de seguir al Señor es la búsqueda de la humildad. Padre Bourke señala "que la semejanza de nuestro Señor es imprescindible si queremos ser salvos." ¿Y cómo dijo Jesús hemos de conformarnos a él? "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón". (Mateo 11:29) Padre Bourke nos lleva al Niño Jesús. "Si la humildad es una disminución de sí mismo, luego a medida que se arrodillan en la cuna antes de que el bebé recién nacida, la Palabra del eterno Padre es Todopoderoso, que saltó de su trono real, puede de alguna manera los pobres se dan cuenta cómo se ha reducido y lo que es un largo viaje que ha hecho que aparezcan en tales condiciones. "

Inculcar en el lector la necesidad de humildad en la vida espiritual, el padre Bourke luego va a dar algunas formas en las que se puede fomentar la virtud. La primera es a través de la oración de la humildad. La humildad también crece cuando uno contempla la grandeza de Dios y medita en la pasión de Cristo. También se puede realizar actos de humildad y aceptar las humillaciones de otros, así como imitar el modelo más terrenal de la humildad, la Santísima Virgen.

En el lenguaje de fácil comprensión que presenta un tema de vital importancia en una forma legible, el padre Bourke lleva al lector a desear y el fomento de la base de toda otra virtud, la virtud de la humildad. Todo el mundo que es serio sobre el crecimiento en la vida espiritual debe leer por lo menos un libro en la humildad. Esta es una buena idea.

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