domingo, 21 de agosto de 2011

Alma,Corazón y Vida: La Enfermedad es la perdida de los Ritmos Corporales

Cuando experimentamos cualquier tipo de emoción odio, tristeza, pánico o resentimiento cambia el estado de coherencia cardiaca, aumenta la variabilidad de su frecuencia y con ella se induce desarmonía en los ritmos corporales, debemos recordar que la enfermedad en síntesis no es más que la pérdida de los ritmos corporales.

La respuesta fisiológica de relajación tienen su correspondencia en una actitud de apertura amorosa que revela paz interior y permite bajar la descarga que sobre todos los sistemas orgánicos y en especial el sistema cardiovascular, ejerce el estrés como lo demostraron los primeros estudios del Dr. Herbert Benson cardiólogo y presidente del Instituto para la Medicina Mente- Cuerpo de la Universidad de Harvard.

La memoria celular que los médicos naturistas lo experimentan a través de las crisis curativas o de vicariaciones regresivas o progresivas de la homotoxicología y de las continuas e impactantes experiencias de los pacientes transplantados del corazón que comienzan a percibir y adoptar comportamientos del donante como por ejemplo personas que solo apreciaban la música clásica pueden empezar a escuchar la música metálica que sus donantes disfrutaban. De alguna forma también pensamos con el corazón, por ello el corazón se convierte en un cerebro mayor o cerebro afectivo. Esta creciente tendencia a recuperar el código del sentir y la reinvindicación de la inteligencia emocional nos revela que para dar sentido a la existencia es necesario redescubrir el código del sentir… es decir el código del corazón.

La antigua tradición transhimaláyica relaciona los centros energéticos mayores o chacras con los diversos reinos de la naturaleza empezando desde el primer centro (plexo coccígeo) se relaciona con el reino mineral, el segundo centro (plexo sacro) con el reino vegetal, el tercer centro (plexo solar) con el reino animal, el cuarto centro (plexo cardiaco) es el que le corresponde al reino humano. La humanidad se encuentra dando el gran paso desde el tercer centro que es el mundo emocional a la conquista del cuarto centro que son los dominios del corazón o del amor. Algunos visionarios y meditadores representan al centro del corazón como una flor de loto de 12 pétalos que representan los 12 portales del alma, distribuidas en 4 triplicidades que son las bases del templo del alma: 1. Responsabilidad - Inclusividad - Participatividad 2. Soledad - Serenidad - Calma 3. Desapego - Intuición - Sabiduría 4. Impersonalidad - Indiferencia - Libertad

La expresión de la luz del alma se da en nuestro corazón a través de 12 vibraciones, los llamamos pétalos o portales, pero son 12 corrientes de vida, 12 estados de conciencia que hacen parte de 12 virtudes. Cuando nosotros tenemos una buena acción, cuando servimos, estamos construyendo en materia más sutil, estamos aportando una piedra en la construcción del templo del alma. Es la construcción a través del dar, para que vivamos en la vida cotidiana según las leyes del corazón, que es en nuestro cuerpo la traducción de las leyes del alma

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